5 ago 2010

He visto pasar muchos inviernos

He visto pasar muchos inviernos



Como vendaval sin rumbo…
como tormenta cruel que se avecina…
como torbellino dando tumbos…
como hoja que el viento eleva…

Así siento estremecer la vida mía.
he visto pasar muchos inviernos
con primaveras mustias en olvido…
sin pájaros… sin flores… sin cultivos,
sólo una niebla que encapota el día

La lluvia trae a mi mente los recuerdos,
recuerdos que sangran por la herida,
de un corazón en agonía

La lluvia que golpea los cristales
de los ventanales del alma mía,
es lluvia ácida… lluvia con espinas,
arrancadas de los rosales de mi huerto

Hoy mis rosas ya están yertas
sin alma …sin corazón …sin vida,
esperando un jardinero,
que las venga a regar con mucho esmero

Pueda ser que esas rosas si revivan,
si se riegan con el torrente
de una vertiente cristalina
y se abonan con el bálsamo
de un cariño profundo y verdadero


Felina

LA CASA AQUELLA


LA CASA AQUELLA

La casa aquélla ya no es tu casa,
está pintada de otro color,
se mira sola, triste y vacía,
y no hay sonidos alrededor.

El árbol alto que está en el frente
hoy con su sombra quitó la luz.
“La casa aquélla”… es diferente,
le falta vida, le faltas Tú.

La puerta aquélla por siempre abierta,
hoy todo el tiempo cerrada está.
y se presiente (si aguarda quieta)
que esta cansada de soledad.

Y en ese patio, -que está en el frente-
donde tu infancia se deslizó,
hay solo polvo, con muchas hojas
que el árbol alto, depositó.

El Sol te extraña en la casa aquella,
te busca siempre sin descansar,
de siete a siete rastrea tu huella,
si un orificio lo deja entrar.

Se filtra siempre pausadamente
y "el polvo busca dentro de él".
Está esperando que un día regreses
y en esa casa… ¡Volverte a ver!


Igual que el Astro que está esperando
hay mil objetos, (que en mente pierdo)
y es que en los patios de aquella casa...
-vaga el fantasma de tu recuerdo-.

Se oye tu risa, también tus pasos
y hasta tus sueños vagan perdidos.
porque en los muros como el silencio,
guardaron eco, de tus sonidos.

El viento pasa… y no se acerca,
igual que todo, te está esperando
y cuando observa que no has llegado
se da la vuelta y se va quejando.

Desde aquel día… Cuando te fuiste
sin despedirte, quedó en dolor.
La casa aquélla... Ya no es tu casa…
Está pintada de otro color…


Autor
EL CONDHE

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